Washington, 26 may (PL) La excandidata presidencial demócrata Hillary Clinton aprovechó hoy un discurso de graduación para comparar las controversias que rodean a la administración de Donald Trump con las que provocaron la renuncia de Richard Nixon (1969-1974).
En el Wellesle College de Massachusetts, la universidad donde la exsecretaria de Estado se graduó hace 48 años, Clinton no se refirió a ninguna de esas dos figuras de forma explícita, pero realizó paralelismos que se consideraron inequívocos.
Durante su intervención, recordó cómo era la vida en 1969, cuando fue la estudiante encargada de pronunciar en Wellesley el discurso de graduación, y recordó que en aquel momento la victoria electoral de Nixon molestó a muchas personas de su generación.
Estábamos furiosos por la elección de un hombre cuya presidencia acabaría eventualmente en desgracia, con un juicio político por su obstrucción a la justicia, expresó entre gritos de apoyo de la audiencia.
Recordó, incluso, que Nixon despidió a una persona que lo estaba investigando en el Departamento de Justicia, un hecho que ha sido muy empleado en estos días por medios de difusión y analistas por creerlo similar a la destitución que realizó Trump del director del Buró Federal de Investigación James Comey.
«Pasamos por ese tiempo tumultuoso, y una vez más empezamos a prosperar», agregó Clinton, quien ganó el sufragio popular en 2016, pero no alcanzó la presidencia por no conseguir los suficientes votos electorales.
En otros comentarios dirigidos al republicano, la exaspirante a la Casa Blanca sostuvo que «cuando las personas en el poder inventan sus propios hechos y atacan a quienes los cuestionan, eso puede marcar el comienzo del fin de una sociedad libre».
«Tratan de controlar la realidad, no solo nuestras leyes, nuestros derechos y nuestros presupuestos, sino también nuestros pensamientos y creencias», manifestó.
En un discurso mucho más político que los pronunciados por ella desde la derrota de noviembre pasado, Clinton condenó el presupuesto que defienden los republicanos y sus medidas antiinmigrantes.
La ex primera dama consideró el proyecto presupuestario enviado por Trump esta semana al Congreso como un ataque de crueldad inimaginable contra los estadounidenses más vulnerables.